Bárbara.

De Cáceres a Madrid, de Madrid a Valencia y de Valencia a Sevilla. Por amor al arte.

jueves, 9 de septiembre de 2010

¿Cuándo dejé de inventar mundos?


Recuerdo que no necesitaba nada ni nadie, en cualquier lugar, en cualquier momento, podía fugarme, escapar y aparecer donde y como yo quisiera.
Fui pájaro, fui delfín, león, dragón y la princesa del castillo, también fui caballero a lomos de un caballo almohada, marinero, explorador y reina de las hadas.
Pirata barba-roja, con pata de palo, jugabamos a ver quien ponía más cara de malo.

Debajo del escritorio de mi habitación, había una guarida, que me transportaba a un mundo insonoro cuando los gritos de un adulto hacían herida.

Con un vaso de mosto rojo, se me ocurrió ser vampiresa, el mantel era mi capa, y emprendía el vuelo desde lo alto de la mesa..

Podía inventar un mundo ideal, lo que yo quisiera en ese preciso momento, si quería podía tener alas y huir...
¿Dónde están mis alas?
Todavía las necesito, no puedo escapar de la realidad. ¿Dónde las perdí? ¿Cuándo dejé de inventar mundos?


 

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