Bárbara.

De Cáceres a Madrid, de Madrid a Valencia y de Valencia a Sevilla. Por amor al arte.

sábado, 25 de diciembre de 2010

Onírico amor

Es que me despierta y me duerme para que vaya a su sueño, me lleva de la mano y despues me suelta, desaparece y me hace buscarla.. Juega a besarme sin poder verla. Sabe que si despierto y me alejo, muero, y me hace suplicarla. Duerme en mi luna y juego a mecerla.. Me esconde bajo sus sábanas y comienzo a amarla..

Es la perfección de la belleza.

Cuando sonríe es princesa de valor adorable. Preciosa. Su lengua es suave como un pétalo húmedo de rosa,  el gesto de su mirada tiene vida propia y exige cuidados de Diosa, su fragancia huele a piel de ninfa marina, insipiración profunda de madrugadas cristalinas.

Y es que solo ella me despierta y me duerme para que vaya a su sueño, me lleva de la mano y después me suelta, desaparece y me hace buscarla.. Juega a besarme sin poder verla. Sabe que si despierto y me alejo, muero, y me hace suplicarla. Duerme en mi luna y juego a mecerla.. Me esconde bajo sus sábanas y comienzo a amarla..


Sus labios carnosos tienen el color de la manzana del cuento, su mirada es profunda y esta formada de halos, sus pestañas realzan su sensualidad, su poder, su piel de tal textura que da placer tansolo con acariciarla, su aroma irresistible, su nariz acentuando aquella perfección, sus piernas esbeltas, dominantes, sensuales, camino de besos, caderas que crean adicción, vientre que esconde la mariposa..  No cabe la menor duda..


Es la perfección de la belleza.


Su voz, crea dependencia, sonido onírico, melodía, es diosa, no puede ser otra cosa con aquella voz, mas se puede llorar de felicidad al escuchar su carcajada, su risa es bella, lástima que no se pueda abrazar, pues es el sentimiento que despierta, abrazar su risa, cuidar su alegría cual tesoro.. Se puede morir de placer si te hayas con la cabeza apoyada entre su clavícula y sus senos..


Si despierto lloro.. Y desperté, me falta su silueta creando luces y sombras en mi cama con las primeras luces que entran por la ventana, me falta su voz, y dependo de ella, me falta su mirada, su risa, su aroma irresistible, fragancia de ninfa marina, inspiración profunda de madrugadas cristalinas, que despertar impredecible, mi Diosa, como la echo de menos,  quién me iba a decir que rogaría volver a morir con los sueños hayados entre su clavícula y sus senos.

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